Dale más sabor a tus fotografías gastronómicas
Con eventos como el Día de Acción de Gracias o las Navidades a la vuelta de la esquina, la fotografía gastronómica va ganando más y más protagonismo. Además de ser hábil en los fogones, este tipo de fotografía requiere algunas técnicas para conseguir los resultados más apetitosos.
Hoy te traemos algunos trucos para que tus fotos hagan salivar a nuestros usuarios… ¡e incluso a ti!
Elige superficies que favorezcan a tu plato
Aunque la comida sea el foco de tu foto, debes elegir con cuidado la superficie en la que vas a presentar tus platos. No todas las superficies funcionan con cualquier tipo de comida: si quieres mostrar recetas más tradicionales, una tabla de madera te ayudará a conseguir ese efecto casero que buscas. Los alimentos frescos ganan con fondos minimalistas que no le roben protagonismo, y la alta cocina suele funcionar mejor con fondos negros que aporten un toque de elegancia.
No te limites a ángulos horizontales y verticales
Como norma general, la fotografía gastronómica suele emplear ángulos cenitales para mostrar los diferentes platos, ya que es el ángulo al que estamos acostumbrados a ver la comida cuando nos sentamos a la mesa. Algunas opciones, como tartas o postres, se verán más favorecidos desde ángulos frontales. No obstante, puedes dar mayor dinamismo a tus fotos jugando con una disposición diagonal de los alimentos, rompiendo con opciones más tradicionales como la horizontal y vertical. Intenta no abarrotar tu imagen de elementos y sé intencional con los que muestres en escena.
Ilumina tus platos lateralmente
La iluminación es uno de los elementos más importantes en la fotografía, y cobra aún más relevancia en la fotografía gastronómica. Como hemos visto antes, la mayoría de las fotos de comida suelen realizarse desde un ángulo cenital, por lo que iluminar tus platos con luz lateral será la opción que más favorecerá sus texturas y volúmenes. También te recomendamos usar una luz difusa para evitar sombras duras.
Adereza tus fotos con algo de atrezo
Puedes potenciar tus fotografías con elementos que combinen con la comida que muestres a través de sus colores o sus texturas. Cubertería, otros enseres de cocina e incluso los ingredientes de tu plato por separado aportan riqueza y profundidad a tus composiciones, aunque, como hemos dicho antes, deberías evitar sobrecargar tus fotos. Déjate guiarte por la teoría del color para elegir qué colores complementan mejor tus recetas.
Edita tus fotos para darles el toque final
La primera regla de la fotografía gastronómica es que la comida debe parecer lo más apetecible posible, por lo que tus retoques deberían respetar su apariencia y la textura natural. Reconocemos muchos de los alimentos a través de sus colores, por lo que deberás mantenerlos o potenciarlos, haciendo que parezcan lo más frescos y recién cocinados posible.
Con estos consejos puedes ir encendiendo tus fogones y preparar tus recetas más deliciosas. Recuerda no devorar tus platos y guardar algo para nosotros. ¡Que aproveche!